Cuando alguien sufre una lesión en el cerebro o la médula espinal, como un accidente cerebrovascular (ACV) o una lesión cerebral traumática, el proceso de recuperación es largo y a veces complicado. Uno de los grandes desafíos que enfrentan los pacientes es la espasticidad.

La espasticidad es un problema que surge cuando los músculos se vuelven rígidos y difíciles de mover. Es como si los «frenos» que controlan los movimientos finos del cuerpo ya no funcionaran bien. Esto provoca que los músculos se tensen demasiado y, a veces, incluso se muevan sin control. Esta condición puede hacer que actividades simples como caminar, vestirse o alimentarse sean mucho más difíciles.

Lo interesante es que la espasticidad provoca dos tipos de síntomas:

1. Síntomas positivos: Estos son los movimientos excesivos o exagerados que normalmente no deberían suceder. Los músculos se vuelven demasiado activos y tensos. Los pacientes pueden sentir que su cuerpo tiene movimientos involuntarios, como espasmos, sacudidas o rigidez.
2. Síntomas negativos: En este caso, no se trata de movimientos excesivos, sino de falta de movimiento. Esto incluye debilidad muscular, pérdida de control y la incapacidad para mover voluntariamente partes del cuerpo. Es como si el cerebro ya no pudiera enviar las órdenes adecuadas a los músculos.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31257556/

Estos dos tipos de síntomas suelen aparecer al mismo tiempo, lo que hace que la recuperación sea un reto. Mientras que los movimientos involuntarios (los síntomas positivos) pueden ser incómodos, son los síntomas negativos (la falta de movimiento y debilidad) los que realmente afectan la capacidad de una persona para recuperar la independencia.

Las siete etapas de recuperación de Brunnstrom ofrecen una guía sobre cómo puede progresar la recuperación tras un ACV o una lesión similar. Estas etapas describen cómo el cuerpo pasa de una parálisis total a, en algunos casos, recuperar casi por completo la capacidad de moverse.

• Al principio, los músculos pueden estar completamente flácidos (sin movimiento ni fuerza).
• Después, la espasticidad comienza a aparecer, lo que significa que los músculos se vuelven rígidos y es difícil controlarlos.
• Con el tiempo, y con la ayuda de la rehabilitación, los pacientes pueden comenzar a recuperar el control de sus movimientos, aunque al principio sean movimientos muy básicos y rígidos.
• Finalmente, en las últimas etapas, las personas pueden recuperar una mayor capacidad de movimiento, aunque algunas personas siguen teniendo problemas de coordinación o debilidad.

https://www.frontiersin.org/journals/human-neuroscience/articles/10.3389/fnhum.2015.00192/full

El tratamiento y la rehabilitación deben enfocarse en abordar tanto los síntomas positivos como los negativos. Por ejemplo:

• Medicamentos como baclofeno, las inyecciones de toxina botulínica (Botox) o intervenciones como la crioneurolisis pueden ayudar a relajar los músculos y reducir la espasticidad.
• La neurorrehabilitación motora (fisioterapia + terapia ocupacional) es crucial para ayudar a los pacientes a recuperar la fuerza y la capacidad de controlar sus movimientos.
• En algunos casos más severos, se pueden utilizar tecnologías más avanzadas, como las bombas de baclofeno, que ayudan a administrar medicamentos directamente a la médula espinal para reducir los síntomas en todo el cuerpo.

Es importante saber que la espasticidad no es siempre algo malo. En realidad, es una señal de que el cuerpo está tratando de recuperarse, aunque a veces lo haga de una manera desordenada. Si se trata a tiempo y de manera adecuada, la espasticidad se puede manejar, y es posible lograr una mejora significativa en la calidad de vida.

La intervención temprana es clave. Cuanto antes se empiece a trabajar en la rehabilitación y el manejo de la espasticidad, mejores serán los resultados. No se trata solo de «aflojar» los músculos rígidos, sino de ayudar al cerebro y al cuerpo a recuperar el control y la función de manera eficiente.

La espasticidad no es el enemigo, sino una oportunidad para actuar y guiar la recuperación.

Con el tratamiento adecuado y un enfoque integral, los pacientes pueden recuperar movimientos que parecían perdidos y alcanzar una mayor independencia.

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Referencias:

1. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31257556/
2. https://www.frontiersin.org/journals/human-neuroscience/articles/10.3389/fnhum.2015.00192/full